Nos encontramos con Santi Balmes en las entrañas del auditorio de Zaragoza, aquel cuya obra en su momento no estuvo exenta de polémica pero que a día de hoy se ha convertido en todo un orgullo para la capital, funcionando a pleno ritmo con una amplia programación de conciertos y actividades alternativas.
La noche ha ido bien, bastante bien y Balmes está eufórico y muy satisfecho. El concierto de hoy se ha salido completamente de guion, la interacción de la banda con el público ha sido absoluta, plena y fluida, más propia de una reunión de amigos (algo multitudinaria, eso sí) que de un concierto de pop. El carácter íntimo con el que se anuncia el espectáculo “Espejos & Espejismos” lo hacía presagiar pero de ningún modo esperábamos fallidas peticiones de mano, exhibiciones de fraternales tatuajes o tartas de cumpleaños. La parte buena es que la banda y su equipo tampoco se lo esperaban, dándose así la ansiada conexión del artista con su público y más allá, recibiéndose en ambos sentidos.
Respecto al espectáculo, no somos vírgenes y ya lo habíamos visto (podéis leerlo aquí). Lo que ahora queríamos, o más bien, lo que llevamos meses queriendo, era hablar con Balmes a cerca de su último libro, El Hambre Invisible (Planeta, 2018), y ya que en este ínterin entre su publicación y el día de hoy, la banda ha empezado la gira de “Espejos & Espejismos”, aprovechamos para charlar de eso también. Y de alguna cosilla más ya que estábamos…
Hola Santi. Gracias otra vez por recibirnos. Siempre estás dispuesto a dedicarnos un trocito de tu tiempo y desde nuestra humilde web no dejamos de agradecértelo.
Gracias a vosotros por seguirnos y estar ahí.
(Qué bien hemos empezado, qué corrección, que intercambio de elogios y buen hacer. Venga, vamos a estropearlo…)
Queríamos empezar hablando del Hambre, esa que tanto mencionas en tu último libro, la Invisible, la que te empuja a hacer cosas, a vivir experiencias, a escribir, a cantar, a idear espectáculos preciosos, a tocar en lugares donde nunca lo has hecho, a conocer más allá de lo que ves…pero antes…permíteme que te pregunte por otro tipo de hambre, la de toda la vida, la ordinaria, la física…Últimamente, ¿pasas hambre, verdad, Santi? ¿Qué tal va esa dieta? (lo dicho: vamos a estropearlo. Voy a estropearlo)
Jajaja…¡qué me dices! Serás…jajaja. Sí, estoy haciendo dieta: pollo a la plancha, arrocito…esas cosas…jajaja. A partir de los cuarenta a las células de tu cuerpo les da por dejarse ir, desparramarse. Yo antes tenía la tripa hacía dentro y ahora no me reconozco jajaja…quiero ponerme en forma.
(Mientras convengo con él que lo importante es estar sano, trato de recomponerme de la vergüenza que me devora, ahora sí, con hambre feroz y despiadada e intento reconducir la situación tras un opening obviamente no razonado más allá de los 3 segundos de rigor que, haciendo un exceso, concedo a estos grandes momentos. Seguimos…)
Bien, entonces quedamos en que sí, en que estás pasando hambre…
Si, joder, hambre VISIBLE jajaja.
Vale, vale (a ver cómo salgo de aquí…por Dios) pero esto es anecdótico. En realidad, tanto en yotambiensoyindie (medio riguroso y serio) como por mi parte (mediA rigurosa y seria) nos preguntábamos si aún tienes hambre y ¿de qué? Metafísicamente hablando, claro.
Tengo hambre de muchas cosas. Cuando en el prólogo del libro se dice “me queda poco tiempo de vida, etc…” realmente lo que quiero decir es que la sensación de que se me escapa el tiempo es una constante en mí. Es la sensación perenne de que quiero hacer muchas cosas, viajar mucho, experimentar mucho y pese a ello, siempre termino (todos terminamos) cayendo en las obligaciones, en las rutinas, en tantos aspectos que hacen que al final no puedas vivir con la intensidad que querrías, ni sacar tantos discos cómo te gustaría, componer todas las canciones que tengo por hacer, escribir tantos libros cómo tengo ganas de escribir…el tiempo va ganando la carrera y…no, no es que haya arreglado nada escribiendo el libro en ese sentido.
Y… perdona que te interrumpa (ya estamos, otra vez, mi yo vergonzante al igual que los yo vergonzantes del libro de Santi, empuja para que se oiga su impertinente e inoportuna voz…), pero ¿no estás cansado? ¿No te cansa todo esto, tanto viaje, show, bolo, libro, festival…?
A mí me cansa la rutina, no me cansa la variedad. En absoluto. Al contrario, me rejuvenece cualquier tipo de puesta en escena…o así mismo, lo que ha pasado hoy en este auditorio (Zaragoza) ¡me ha estimulado muchísimo! Si pasara todo igual…no, no, uff…me angustio, pero no ahora, esto viene desde pequeño. Es más, con la edad la angustia crece y a no ser que hagas meditación o algún tipo de disciplina que te ayude…
Claro, porque ¿tú haces meditación? Te va bien, ¿la recomiendas?
Sí, sí, claro. Me va muy bien. Estaría mucho peor sin ella…jajaja
Sorprende intuirte así, como te muestras: hiperactivo, inquieto, siempre dándole vueltas a todo y sin embargo, concentrado, creando continuamente. Tus letras, tus composiciones…es imposible crearlas sin reflexión.
Tengo una parte terriblemente dócil, soy muy dócil en realidad. Me dejo llevar mucho por el consejo y consenso general de la gente. Tampoco quiero viajar tanto, aunque me encanta salir de gira, me lo pasó en grande.
Realmente, ¿os lo pasáis bien en todas las giras o con “Espejos & Espejismos” está siendo especial? Una gira en la que disfrutar de verdad.
Esta es una gira maravillosa. Tanto por el repertorio, con canciones que teníamos bastante olvidadas dentro de los setlist, como a nivel de todas estas etiquetas que nos ponían de “grupo festivalero”, etc…Creo que no hacían justicia a la carrera de la banda. Nos hemos esforzado mucho en que en los discos no hubiera canciones “de relleno”, que todo fuera cantable. De hecho, si miras nuestro Spotify, la diferencia entre los hits y las siguientes, en escuchas, no es tanta como puede haber en otras bandas. No somos un “One Hit Wonder” pero de repente te ves, hasta un cierto punto, obligado por las fechas o las horas en las que estás tocando en los festivales, por la cantidad de gente, etc…a crear unos discos demasiado uniformes para nuestra manera de concebir la banda como algo más transversal.
Esta manera de concebir la banda… ¿es una concepción de alguien en concreto o es un trabajo común de todos?
Bueno, la idea artística sale en un tanto por ciento elevado de mí mismo pero Juli está conmigo, propone muchas cosas y los demás se encargan de darle forma, de trabajar aspectos que son muy necesarios, de producción ejecutiva, etc…Pero es que , realmente, creo que el liderazgo hay que demostrarlo haciendo cosas, siendo proactivo y sin imponer. En nuestra banda, el “por mis huevos” no existe. Todos hemos buscado nuestra faceta dentro del grupo, siendo incuestionable el papel de cada uno para los demás. Una banda no tira hacía delante solo porque haya alguien con mucho talento. Lo que pasa es que en este país que se junten las personas adecuadas es…complicado. Y no es algo que surja de un día para el otro. Te vas acercando, con el paso del tiempo, a personas con las que ves las cosas de manera similar.
Si algo queda patente en este espectáculo, es tu conexión con Julián, con “Juli”.
Sí, sí…hacemos muy buen tándem. Pero no solo con Juli. Hemos sabido aprender a tolerar las cosas que no nos gustan los unos de los otros y a valorar lo positivo. Los grupos que llevamos tanto tiempo, tanto bagaje, es como una relación de pareja. Se basa muchas veces en ceder. Si no transiges, ni pareja, ni banda, ni nada.
Hablando de que hacer y cómo hacerlo, es condición humana equivocarse. ¿Cuáles son los males pasajeros? ¿Cuáles son esos que hay que dejar ir, fluir, huir, caer…?
En realidad, “Los Males Pasajeros” la hice pensando en una pareja que conozco, que se habían arruinado al montar un negocio en el que habían puesto todos sus ahorros e ilusiones. Algo así, innegablemente, afecta a toda tu vida, personal, familiar, etc…Les tenía todo el día en la cabeza cuando hice la canción y a partir de ahí, lo usé como punto de partida ya que no me gusta centrarme en una historia muy reconocible para la persona que la inspira, no poner en ella un exceso de realidad. Como es tan larga aprovecho para hablar del paso del tiempo, del crecimiento de tus hijos. Y bueno, los Males Pasajeros es eso, adivinar cuales son las cosas imponderables y cuales los males pasajeros que te creas tú mismo y que son unos cuantos.
¿Cuáles?
La culpa…sobretodo. Creo que la mayoría de las veces se debe a la frustración vital. Mucha gente, quizás, culpa de sus males a otra gente que tiene a su lado cuando en realidad deberíamos aprender a exigirnos mucho más a nosotros mismos. Muchas veces, lo hacemos al revés.
Siguiendo con el libro, de todos los personajes que forman la personalidad del Equilibrista, de todos esos alter ego, ¿de cuál tiene más Santi Balmes hoy?
El camino inevitable es hacía el Burgués. A mí me cae bien, dice las cosas como son aunque no sean agradables de oír. Es el más antisocial, le da tanto asco la sociedad que lo que quiere es alejarse.
¿Eso te pasa a ti, quieres alejarte?
En cierta manera, sí. Y cuando hablo de la sociedad, me incluyo. Somos gente que opinamos sin tener nunca datos, que nos dejamos manipular, nos dejamos llevar como hojas al viento. En cualquier noticia nos dejamos llevar de una manera muy visceral, muy pasional…es un problema muy ibérico. Y como especie humana no estoy muy orgulloso tampoco…
Eres bastante pesimista
Sí. Pero soy pesimista/optimista. Aplico esa teoría de Sócrates que decía que si pienso que las cosas me iran mal, no caeré en la ira cuando suceda. Tenemos unas expectativas muy altas respecto a los demás también y cuando nos fallan, inevitablemente por no cumplir esas expectativas, aparece la ira. Es más sensato no tener esa expectativa.
Bueno….dejemos el tema más existencial y volvamos a la tierra… ¿Estás escribiendo algo: libro, letras?
Después de El Hambre Invisible soy incapaz de abrir el ordenador y eso me empieza a preocupar porque tengo cero letras. Es que no puedo. No es que no me salgan las letras, es que no me pongo. Tengo como cuarenta o cincuenta ideas para temas pero de momento no he empezado. Y me da un poco de…como cuando en el anterior disco me daba terror…no quería hablar otra vez de amor, de las mismas “mandangas” y gracias a Dios, me vino la inspiración del Poeta Halley. Aunque antes de escritor soy compositor. Eso es lo que soy: compositor musical. Ni cantante ni nada. Compositor. A parte de eso, he desarrollado un discurso personal, una voz propia que ha necesitado libros y demás para dejarla ir. Pero mi facilidad primera es coger una guitarra, un piano, un bajo…y componer.
Gracias otra vez, Santi. Ahora para terminar te proponemos un sencillo juego, un test de preferencias, que debes contestar sin pensarlo mucho. Empezamos…
TEST
Un libro: Lolita
Un disco: difícil…ahora mismo The White Album de los Beatles
Un personaje histórico: Osho, por lo curioso del personaje.
Un personaje actual: Me fascina Obama.
Un cómic: Maus, sin duda.
Una banda actual: The War on Drugs
Una injusticia: La brutalidad, en cualquiera de sus formas.
Marcé Fajardo.