BRAVO LAHOZ publica su álbum de debut homónimo.
Bravo Lahoz publica su álbum de debut homónimo, el artista madrileño dejó hace algún tiempo el centro de Madrid para refugiarse en su Sierra Norte. También se alejó de las baterías de bandas de Post-Punk y Hardcore para adentrarse en otros registros más pausados e intimistas, un proyecto personal, con diversidad de estilos, donde las letras cobran protagonismo.
Debuta con un LP que consta de ocho canciones, grabadas en varias sesiones en Anti Studio con Antonio Horrillo y en The BorderLine Music Studio bajo la producción de Juan A. Salinas (Alondra Galopa, Maine, Varaverde).
“La Arrancada” contiene una pieza de video arte realizada por Carmen González y el propio artista, single que rememora tiempos de conspiración en tabernas con una evidente inclinación al Punk-Rock y al ruidismo.
El debut de Bravo Lahoz puede considerarse una recopilación de textos y canciones archivadas desde hace casi 30 años, repasa diferentes estados de ánimo y vivencias autobiográficas, un compendio heterogéneo de momentos y reflexiones que tiene su analogía estética en la variedad de estilos: desde el rock decadente en la canción que abre el álbum, “El gilipollas”, adaptación de un antiguo texto llamado originalmente autorretrato; a la canción de autor con momentos de guitarras contundentes con “La canción de la escalera”.
Con “Sin título” profundizamos en un relato obsesivo acerca del insomnio y la ansiedad, rodeado de una atmósfera de ruidos y coros omnipresentes, Lahoz despliega una de las canciones más intensas del álbum. Continuamos alimentando la vehemencia con “Quemaduras”, single Post-Rock con una nebulosa perturbadora que se equilibra sobre una base acústica para explosionar en el tramo final. Una diatriba acerca de la inquietud que promueve la ausencia de memoria y su rastro exabrupto.
Retomamos la calma con “La hora del gran desprecio”, un encuentro entre lo acústico y la electrónica que incluye textos del filósofo alemán Frederich Nietszche. El madrileño regresa al Noise Rock en “Otra vez”, un acercamiento hipnótico a la experimentación con guitarras distorsionadas y sintetizador que prolonga esa intensidad donde el artista parece encontrase cómodo.
Cierra el álbum “Se abre paso”, primer single en solitario del madrileño, publicado en julio del pasado año, una canción optimista y festiva que contrasta con el tono sombrío y melancólico del primer trabajo discográfico de Lahoz.
Artistas, como Javier Bravo Lahoz pueden ser, los que en la música, encabecen este nuevo romanticismo. Reservamos la sorpresa y reflexión al oyente. Ese mismo oyente que tendrá que decir que si lo que escucha es Folk, Post-Rock, canción de autor o una nueva forma de música protesta. O quizás mejor, disfrutar y no clasificar este álbum ya que solamente podemos adelantar que estamos ante un artista muy difícil de encasillar.