THE FREE FALL BAND publican su tercer álbum homónimo.
The Free Fall Band, tras seis largos años de ensayos, charlas y apuntes muestran orgullosos su tercer álbum homónimo, en el que bailan y sueñan despiertos. Cuentan cómo son, para qué viven y qué les hace sonreír. “El disco somos nosotros. No hay nada más puro. Por eso tenía que titularse The Free Fall Band”, cuenta Jan Bosch, cantante y letrista de la banda. Ha sido un camino largo y fascinante al que no le han faltado miedos y algunas dudas, como confiesan en Luces de Freno.
El resultado son 10 canciones para bailar, cargadas de esperanza contra el miedo al fracaso. Contra el amor que llegó y se fue. Sintagmas pegadizos y melodías para tararear, con las que disfrutar la vida y sufrirla a partes iguales. “Hablamos del amor y desamor en todas sus facetas. Con la pareja, con el trabajo, con la familia, con lo esperado y soñado”, apunta Marc Salicrú, batería y mente pensante. Así es The Free Fall Band. Así son estos amigos del Maresme. Capaces de montar un grupo cuando la orquesta de su colegio de Mataró se les quedó pequeña. Aparecieron de la nada, y fueron los ganadores del concurso de Villa de Bilbao 2011 y finalistas de las Demoscópicas de Mondosonoro. Tenían veinte años y muchas ganas de comerse el mundo.
Su primer trabajo, Elephants Never Forget (2012), captó la atención de público y crítica, y los llevó a los grandes festivales y telonear a Sixto Rodríguez (Sugar Man). Después, un flechazo con el Segell del Primavera les dio cancha para hacer realidad The Münster Sights (2014) producido por Darren Hayman (Hefner) y con él recorrieron todo el país, finalizando su gira en el ya extinto festival Indietracks de Notthingham.
Esta vez vuelven a confiar la producción del disco a Miqui Puig (LAVLab), y se preguntan qué mide el amor para emocionarnos con un abanico único de sonidos a los que sumar sintetizadores, guitarras y samplers. Adquieren un nuevo sonido único con trazos de Radio Futura y Talking Heads, señas de Antònia Font y LCD Soundsystem, migajas de Gato Pérez hasta The Postal Service. Y encima, por primera vez, estos sibaritas del pop elaborado han decidido utilizar el castellano para explicar lo que les pasa por la cabeza.