Entrevista a ZAHARA
Zahara tras presentar su último álbum “Puta”, se ha convertido sin duda en una de las artistas más importantes de la escena nacional, uno de los mejores discos del año y quizás de toda su carrera, sus letras hablan desde muy dentro y este último álbum ha dado un giro a la electrónica de la mano de Martín Perarnau. Teníamos muchas ganas de hablar con ella y de saber más acerca de “Puta”, la entrevistamos y este fue el resultado.
Comenzamos con la siguiente pregunta, ¿realmente para ti escribir canciones y haber sacado PUTA es casi mejor que ir al psicólogo?
No, casi mejor no. Es necesario en psicólogo. Esto es importante porque puede parecer que es “sustituto de” y de hecho es todo lo contrario. A mi hacer estas canciones me ayudan y me hacen abrirme y buscar cosas que de otra manera quizá no soy capaz de expresar. Pero es solo gracias a la ayuda que tengo de mi terapeuta.
Las canciones a ti si te sirven a modo de terapia, para ti son un modo de expresión… Respecto a lo que cuentas en tus canciones ¿tú mides lo que escribes y cuentas en tus letras o dejas rienda suelta? Tus canciones desde siempre me resultan muy sinceras y con las de PUTA te considero aún más valiente.
Yo no me puedo considerar valiente porque la valentía viene de la decisión de hacerlo, y en mi caso, no me cuestiono ni la posibilidad de que no sean así las canciones. A lo mejor soy valiente cuando veo el disco terminado y no me echo para atrás. Pero, todo el proceso de creación para mi tiene sentido si me expreso y cuento y ahondo en mi. No puedo pensar si lo que estoy contando es mucho o es poco, es que para mi es lo único que puedo escribir. Sé que estoy contando cosas que digo “Madre mía”, porque empiezo a ser consciente de que estoy contando algo que antes nunca he verbalizado y que lo estoy convirtiendo en música. Y además tengo a mi lado a personas como Martí Perarnau o Guillermo (Guillermo Guerrero) que no hacen más que animarme a seguir adelante.
Y cuando te ves contando tus historias en tus canciones, ¿Te viene a la cabeza la gente cercana, coprotagonistas de tus historias, aludidos..?
No… Ehmm… Había algo donde yo pensaba que por primera vez en mi vida me daba igual. Es decir, yo no quería hacer daño con esto, ni a mi familia, ni amigos, ni a la gente que provocó estas desgracias que viví. Sí que había algo en mi que me decía que lo que los demás sientan con lo que cuento ya es “algo de ellos”. A lo mejor es su camino, a lo mejor tienen que preguntarse cosas… Todo eso ya no me corresponde a mi. Y es algo que he aprendido con este disco.
Sí es verdad que como sé que puede herir a mis personas cercanas, lo hablo con ellos. Les explico algunas canciones antes y sobre todo les he dicho que yo he hecho este disco en este momento en que me siento fuerte para hacerlo. Lo he contado cuando he podido y cuando he tenido los mecanismos para ello. Esa es mi parte. Ahora, si a los demás les duele, que hagan como yo que he ido a que me traten y que se traten ellos.
Me siento muy identificada con lo que dices, con la gestión de emociones y sentimientos, y para mi ahora una palabra clave en mi vida es: Asertividad
(Risas) Si… es que yo no era así
Ni yo… ¡Nos ha ayudado la terapia!
Claro! Y me siguen pasando cosas, que aunque haya hecho este disco, pues seguiré sintiendo pudor… Que no es que me haya cambiado la vida radicalmente, sino que he empezado a aplicarlo a mi vida, decir esos “noes”, dejar de ser tan complaciente…
Agradezco que, cada vez más, la gente que me conoce me pide cosas sabiendo que puedo decir que no, como “Oye Zahara te pido esto, pero que si me dices que no, te quiero igual” y yo es como “Ay gracias”. Lo agradezco de verdad porque me lo ponen más fácil y agradezco que faciliten a la gente el poder decir que no.
Tras esta introducción terapéutica, hablemos de tu disco como tal y su formato físico. Llevas años con tu sello discográfico (Gozz Records) llevando a cabo toda la producción de tus discos, además para esta ocasión has realizado videoclips para todas las canciones… Le das mucha importancia a toda la obra audiovisual…
Si, creo que la música es un arte que se nutre y que se termina de expresar ayudándose en otros. El mundo de los videoclips parece ahora una herramienta de marketing, y para mi tiene un valor adicional. Con imágenes y uniéndote a personas creativas puedes terminar de expresar y completar tu obra.
En los tres discos que he sacado con mi sello, Santa, Astronauta y Puta, intento crear un universo completo, porque en estos tiempos donde puedes escuchar el disco gratuitamente o previo pago en plataformas digitales, el hecho de tener un disco físico es un añadido que le da una personalidad; incluso en el formato jewel (Cd Básico) para que también pueda tener ese Cd quien quiera tenerlo, pero no pueda permitirse la caja del Cd de 32 euros.
Realmente Puta es algo obsesivamente conceptual, ya que empiezo a narrar mi vida, quiero contar en un orden muy concreto, y la caja Cd realmente es como una autopsia, un ataúd… Está todo muy pensado, y aun así es muy curioso cómo la gente le encuentra otros sentidos que nunca me había planteado, pero que sí tienen sentido para mi.
¿Y respecto a los vídeos?
Siempre he amado el mundo visual, el cine, y dirigir “Dolores” ha sido el regalo que me ha hecho Guille. Me dijo “Mira Zahara este vídeo es tuyo. Tú sabes lo que quieres, yo me voy y te grabo, pero tú mandas.”
En el resto, él es mi amigo, está ahí desde la primera demo, entiende estas canciones como si las hubiera escrito él. En concreto “Berlín” es el video más de los dos. Y por ejemplo “Merichane” es 100% él. Pero a la vez muy yo. A Guillermo se le ocurren ideas visuales de cosas que no digo explícitamente, que él piensa en la escena. Es un genio que me quiere como yo a él, que me conoce y que se siente parte del proyecto, porque nunca le pongo freno ni a él ni a Emilio Lorente. Entonces eso es algo súper positivo. Se han dejado llevar, han imaginado, y luego la loca de Zahara les dice sí a todo (risas).
Toda la idea del disco surge un 24 de agosto, cuando tenemos la primera reunión. Y lo que me he dado cuenta es que ha llevado mucho tiempo, y es necesario dedicar ese tiempo; tener una idea, dejarla reposar, eliminarla… y las prisas del mercado discográfico no te dejan hacerlo. En ese sentido, ser mi propio sello y ser una Kamikaze comercial me ayuda.
Por otro lado, tu disco Puta está siendo un referente para muchas mujeres, animas a la sororidad, a sentirnos identificadas contigo…
En el caso de las mujeres, la sociedad nos ha enseñado que la competencia son ellas. Yo recuerdo tener 16 años, presentarme a un certamen y tener que ganar a las demás mujeres. Sabía que el certamen no lo iba a ganar, pero quería “ganar a ellas”.
Eso demostraba lo perdida que estaba, y esto es un camino que tienes que ir haciendo poco a poco. En mi caso, y de otras mujeres que conozco, así más independientes, ha pasado el tener que apartarse de otras chicas y relacionarte más con chicos, porque notabas que generabas la incomodidad con otras mujeres, y terminas relacionándote más con hombres. Y cuando te das cuenta que realmente es entre mujeres donde vas a encontrar ese entendimiento, sólo por el hecho de quejarnos de las cosas que nos han pasado a todas. Y había siempre esa cosa cuando un tío te decía “Ay, no eres como el resto de las mujeres” y eso te hacía sentir especial. Y luego ya piensas “¿Pero qué pasa con el resto de las mujeres? Si son maravillosas, ¿qué problema tienes tío?”.
Y eso tienes que trabajarlo y aprender que no son el enemigo.
Por otro lado, por suerte, los que “controlan” empiezan a darnos voz, en festivales y demás… y está ocurriendo algo precioso. Creo que se ha contado tanto la historia del arte desde el punto de vista de los hombres, que es bonito escuchar nuestra voz ahora. Es un momento decisivo importante para prestar atención a las voces y a las ideas de las mujeres.
Igual que la juventud trae nuevas ideas que aportan y sorprenden, las voces calladas durante mucho tiempo tienen mucho que decir. Así que es un momento brutal para unirse, porque esto no es una lucha contra los hombres, es un momento de reconocimiento para las mujeres.
En mi caso, en mi equipo, mantengo el equipo de hombres que me ha acompañado siempre, personas a las que admiro y que son valiosísimos, pero si hay una vacante, voy a mirar hacia una mujer, porque quiero y necesito esa energía. Y es muy bonito porque en el ensayo general, por primera vez en el escenario estábamos cinco mujeres y cinco hombres. La primera vez que hay paridad, y me parecía alucinante.
Todo lo que me cuentas va muy en línea con tu forma de ser como persona y como artista. Hiciste también el Concierto del Botánico dando espacio en el escenario a compañeras artistas.
El concierto del Botánico fue una maravilla, rodearme de mujeres con una energía preciosa. “¿Tú sabes cuánto amor había en el backstage?”. De hecho ese concierto fue bastante inspirador. Creo que me conectó con todo esto.
Y en este disco nos cuentas también todo lo que ha hecho por ti Taylor Swift… ¿Ya eras fan de antes)?
No, no, no… yo era una de esas personas prejuiciosas, a quien no le interesaba. Y reconozco mi prejuicio para reconocerlo bien alto y reconocer que los prejuicios solo te ponen trabas.
No me había interesado su música, y gracias a Martí que me recomendó el documental (que recomiendo a todo el mundo) te das cuenta de sus reflexiones sobre la industria de la música, sobre el machismo, el paternalismo, cómo ha tenido que renovarse y demostrar siempre y esa obsesión por que le quieran… y ahí me pareció que estaba poniendo el dedo en la llaga en todas las cosas que me estaban pasando, y por otro lado me invitó a bailar con su disco 1989, que me parece una genialidad del pop.
A partir de todo esto conecté con ella y ahora sí que soy súper fan. Nada mejor que conocer para poder amar.
Muchísimas gracias Zahara por concederme este ratito en el que hemos hablado de un montón de temas interesantes.
Bárbara Sanjuán (Bala Swan)
