Buenas Noches Rose: nostalgia y épica en la historia de una banda de culto
1. Introducción: El renacer del mito rockero de los 90
El extinto grupo madrileño Buenas Noches Rose, que brilló con luz propia en los años noventa, vuelve a cobrar protagonismo gracias al documental estrenado en Movistar Plus+: ¿Quién cojones son Buenas Noches Rose?
Esta obra audiovisual rescata la memoria y la esencia de una banda que, pese a tener solo tres discos, dejó una huella imborrable en el underground del rock español y un poquito más allá. Es, además, el testimonio de una época en la que no existían las plataformas digitales ni las redes sociales.
2. ¿Quiénes fueron Buenas Noches Rose?
Algo tiene el madrileño barrio de la Alameda de Osuna, ubicado en las afueras de Madrid, cerca del aeropuerto y un tanto aislado de la gran ciudad durante muchos años.
Numerosas bandas han surgido entres sus calles y rincones, alimentando en cantidad y calidad la escena alternativa de la capital. Algunas de sus bandas y artistas, incluso, han sido capaces de alcanzar el estrellato absoluto: hablamos de Pereza y, por supuesto, sus integrantes Leiva y Rubén Pozo.
Este último formó, a comienzos de los 90, otro grupo que lo tenía todo para triunfar —talento, actitud y hasta el apoyo de una multinacional— pero, por esos misterios de la vida, se quedó en el camino.
Buenas Noches Rose estaba compuesto por cinco jóvenes: Jordi Skywalker, Alfa (Alfredo García), Juampa (Juan Pablo Otero), el mencionado Rubén Pozo y Rober Aracil. En 1995 lanzaron su disco debut homónimo, grabado en Rávena (Italia), bajo producción de Antonio Santos y Pablo Pinilla.
A raíz de ese primer lanzamiento, la prestigiosa discográfica BMG los fichó para su segundo álbum, La danza de araña (1997). Sin embargo, tras una extenuante gira, el vocalista Jordi Skywalker se marchó en 1998, y Alfredo “Alfa” asumió las voces.
El tercer y último disco, La estación seca (1999), fue autofinanciado, ya sin apoyo discográfico, cerrando el círculo de un conjunto que empezó y terminó honrando el término independiente. Aunque su etapa fue breve, su espíritu ardía con fuerza: riffs potentes, energías adolescentes y una pasión inmensa por el rock.
3. El documental: un viaje nostálgico y revelador en Movistar Plus+
Estreno y contexto
El documental “¿Quién cojones son Buenas Noches Rose?” llegó en exclusiva a Movistar Plus+ el 23 de agosto de 2025. Tres directores —Paco Gené Cort, Daniel Molina y Jorge Berzosa— firman la producción, que recupera imágenes inéditas, conciertos en garajes, ensayos y giras que capturan el nacimiento y evolución del grupo.
Una labor de archivo combinada con testimonios emotivos
Gran parte del material audiovisual proviene de la web y redes dedicadas a la banda, cuyo creador, Daniel Molina, lideró un minucioso trabajo de recuperación: fotografías, vídeos, carteles, entradas y testimonios se conjugan para reconstruir esa época. Coproducen el documental también Paco Gené Cort (codirector) y Jorge Berzosa, conocedor del grupo desde sus inicios.
Además, el documental se retroalimenta con voces clave: todos los miembros del grupo, managers, productores y músicos como Leiva (Pereza), Carlos Tarque (M-Clan), Kutxi Romero (Marea), Rafa J. Vegas (Rosendo), Javier Vielba y Rubén Marrón (Arizona Baby), y Sobrinus, entre otros.
También aparecen periodistas como Ángel Carmona (Radio 3), Mariano Muniesa (Heavy Rock), Fernando Íñiguez (El País) y Pepe Salort. Este cóctel ofrece una visión profunda y emocional del fenómeno que fue Buenas Noches Rose.
4. ¿Por qué ahora? El valor del reencuentro
Culto y legado inesperado
A pesar de su corta trayectoria, Buenas Noches Rose se convirtió en una banda de culto todavía recordada con nostalgia por muchos fans y colegas de profesión. Tras su disolución, surgieron de sus cenizas proyectos destacados como Pereza y Le Punk, liderados justamente por antiguos miembros del grupo. El documental rescata esa semilla, el impacto y la nostalgia de toda una generación de rockeros.
El espíritu del rock en la era predigital
No solo revive su música, sino que celebra el espíritu del rock en los años noventa: jóvenes que intentan labrar su futuro en la industria, que alcanzan el contrato discográfico y una historia que se disuelve entre directos vibrantes pero excesivos y desgastes personales.
Es la historia de unos jóvenes que en los albores de la etapa adulta rozaron su sueño, en una época en la que muchos soñaban con ser estrellas de rock y no parásitos de una red social.
Es también un retrato social y la historia de un barrio aspiracional que cuya normalidad permitió alumbrar lo extraordinario. Pero, sobre todo, es un homenaje a la esencia de la música en su vertiente más auténtica.